domingo, 24 de febrero de 2008

"Acoso", de Michael Crichton

Muchas veces tendemos a pensar que la potencialidad de una obra para ser un buen producto para el mercado rivaliza con su calidad literaria, con su real contenido. Casos como “El Código Da Vinci”, de Dan Brown, novela en la que se emplea muy hábilmente el suspenso y que tanto éxito ha tenido, pero que a la vez está plagada de errores y manipulaciones históricas que han sumido en grandes confusiones a mucha gente poco informada parecen reforzar este criterio. Afortunadamente de vez en cuando nos encontramos una obra como “Acoso”, de Michael Crichton. Se trata de una magnífica novela de suspenso en la que se nos revela muchísima información sobre el difícil mundo de los negocios, las relaciones, las grandes luchas de poder y la vida en la empresa moderna. La historia tiene lugar en una importante empresa de alta tecnología de Seattle (Digital Communications) y mezclado con todo lo demás se nos muestra un poco cómo funciona el complejo mercado de las Nuevas tecnologías y todo lo que implica el desarrollo de esos productos con los que hoy en día tantos de nosotros nos relacionamos de un modo a veces casi inconsciente. El tema central es el acoso sexual y nos encontramos con interesantísimas reflexiones sobre la discriminación sexual, el papel de la ley y cómo se ven estas cosas en el mundo empresarial. En este sentido aparece en el epílogo (muy bien colocado según mi punto de vista) un análisis del autor ya fuera del marco de la novela y algunos datos sobre los hechos narrados.

No voy a dar detalles de la historia porque sé que parte del éxito de una novela de suspenso como esta está dado por las muchas emociones que va produciendo en el lector que se deja llevar por ella y no quiero librar a los potenciales lectores de tal placer. Si la capacidad de una obra para reflejar la realidad de una forma creativa de algún modo es un indicador de su valor artístico entonces pienso que nos encontramos ante una verdadera obra de arte.